Fue allá por el año 1989 cuando compré una guitarra headless, era una Riverhead.
Fue amor a primera vista.
En aquel entonces tocaba en una banda rollo punk-rock, Para nada la estética de aquella guitarra encajaba con la banda, a decir verdad, creo que se salía de lo que estaba y aún esta bastante establecido y era difícil de que encajase con nada.
Sin embargo, aquella guitarra me ofrecía muchas más cosas que una imagen «cool» más propia de una banda de punk-rock.